Windows 10 y el cambio notable de hardware
Hace apenas unas semanas aterrizó en el mercado Windows 10 y parece que desde la compañía han tenido claro que nada como un cambio notable en el propio hardware para forzar el rápido cambio en todo lo demás. Y es que esta plataforma ofrece las mejores configuraciones posibles e, incluso, la opción de conseguir de forma optimizada una instalación rápida. Pero hay una parte de la que no se habla tanto y que también resulta vital y es saber qué ocurre con la licencia si se cambia el hardware de un ordenador por una licencia gratuita.
Y es que parece que estas licencias gratuitas que se puedan haber conseguido por medio de Windows 10 todo apunta a que estas dejan de tener validez, por lo que no se podrían activar de nuevo y sólo quedarían dos posibles opciones: pagar por una nueva o volver a la versión anterior.
Los cambios en el hardware del ordenador afectarían a la placa base que se utiliza e, incluso, al disco duro, ya que es donde está una gran parte de la información y opciones importantes de la activación. Además, mientras que antes el desarrollo era de los de Redmond, como en los casos de Windows 7 y 8, lo cierto es que en aquel momento al activar no no se daba correctamente y siempre se podía recurrir a un teléfono en el que indicaban los pasos a dar para que todo volviera a su estado normal. En cambio, es posible que en la versión de pago del nuevo sistema operativo esto sí sea posible.
Todas estas son las peculiaridades de la versión gratuita de Windows 10 que en la actualidad se encuentra en el mercado y que todos los usuarios ya se pueden descargar. Como veis, se pasan por alto ciertas peculiaridades como pueden ser que el hardware quede obsoleto.