¿Se está produciendo el efecto de gentrificación en tu ciudad?
La gentrificación está a la orden del día, una corriente tan potente que es capaz de convertir barrios enteros y transformarlos para pasar del “tercer mundo” a ser una de las zonas más caras y populares de la ciudad.
La estructura social está cambiando a una velocidad inimaginable hace 20 o 30 años. Estamos viviendo una segunda revolución en las grandes ciudades que está realizando cambios muy importantes en el tejido urbano, hasta el punto de regenerar barrios muy pobres hasta convertirlos en una zona de moda, donde el precio del suelo habitable se dispara por meses.
El proceso de gentrificación comienza con la búsqueda de vivienda barata, hay un segmento de la población que tiene recursos económicos limitados pero que cuenta con un nivel de preparación académica muy alta. Por consecuente comienza a exigir ciertos cambios en la zona, a la vez que abren nuevos negocios, reforman edificios, demandan nuevas escuelas y servicios, etc. Poco a poco transforman una zona con muchas carencias en un barrio donde la calidad de vida y el precio es bastante buena.
Una vez llegados a este equilibrio comienza la vorágine de la gentrificación. Cuando los especuladores inmobiliarios ven que un barrio tiene posibilidades porque está viviendo una transformación, y el precio del suelo habitable no deja de crecer, comienzan a comprar más casas por la zona sin control. Por un lado, esto hace que el barrio siga mejorando y se reformen más edificios, se creen negocios, etc. Pero por otro, al subir los precios hace que los vecinos que ya vivían allí no puedan mantener el nivel del vida que sube sin control.
Lo que hace unos años era un bar castizo ahora es un sitio de moda para tomar gin tonics. Aumentan las tiendas de ropa con precios prohibitivos, el alquiler sube, escasea el aparcamiento, aparecen tiendas de alimentación gourment… Se produce una expulsión progresiva de la población nativa del barrio a la vez que entran las compañías de crédito y las grandes inmobiliarias.
En el último paso de la gentrificación, lo que comenzó siendo un barrio con precios asequibles y cerca del centro, se ha convertido en una zona de moda habitada por bohemios, hipsters, y demás clases pudientes con un elevado nivel cultural.