Para nadie es un secreto el hecho de que dependemos de la tecnología para prácticamente todo en nuestra vida, ya que no podemos despegarnos más de un minuto de nuestro teléfono móvil o vivimos conectados permanentemente a nuestro ordenador con conexión a la red, algo que se da tanto en el trabajo como en casa, donde además de continuar a veces con el trabajo inacabado, estamos continuamente conectados a los portales de noticias o las redes sociales.

Por ello no es de extrañar que en esta llamada era de la tecnología y que ha tenido su boom sobre todo en la última década, estemos tan familiarizados con términos como hardware o software, si bien es cierto que muchas personas aún desconocen el significado real y lo que abarca cada una de estas palabras así como las diferencias entre ellas. Por una parte tenemos el software, que se define como la parte intangible de la que dispone cualquier ordenador, teléfono móvil o cualquier dispositivo de tipo tecnológico y electrónico.

Software y hardware

Atendiendo a esta definición, podemos ver que el software de cada uno de estos aparatos tecnológicos son precisamente los programas y las aplicaciones que lo hacen funcionar. De este modo, algunos ejemplos de software son las propias bases de datos, las redes sociales, las diferentes apps de mensajerías de nuestros teléfonos móviles, los programas de edición fotográfica tan utilizados en los últimos años, las hojas de cálculo, calculadoras, calendario o procesadores de texto y un largo etc.

Por otra parte tenemos el hardware, que se diferencia del software en el mero hecho de que, si en el caso del anterior se trataba de programas y aplicaciones, cuando hablamos de hardware nos referimos a la parte interna del dispositivo, a su parte tangible, como el disco duro, los chips de memoria interna, la memoria RAM, o incluso la propia pantalla o teclado del dispositivo. Ambos se encuentran relacionados ya que el software no puede funcionar sin el hardware, algo que también se da a la inversa.